lunes, 29 de abril de 2024 00:05h.
Política
Imagen por la libertad, contra el independentismo, más Cataluña en España

Por la libertad, contra el independentismo: más Cataluña en España y más España en Cataluña

ENS-Política

>Más allá de lo estrictamente judicial, en Cataluña existe un problema político, como gustosamente cacarea la reacción independentista. Ciertamente existe un problema de no comprender y valorar del todo el aporte incomparable de lo catalán al conjunto del país, un problema ya viejuno que pesa demasiado en nuestra historia, pero existe también el problema palpitante de la revuelta reaccionaria, carcundiosa y brutal de un independentismo que no querrá nunca jamás integrarse en el proyecto común, que no hará otra cosa que dinamitar los puentes, con una o con otra estrategia, a fuego lento o a ritmo de traca veloz y  final como vimos con Puigdemont.

>Lo del independentismo catalán no son fuegos de artificio, está pensado, calculado y llevado a sus últimas consecuencias en el desafío de 2017 que llevó a parte de la cúpula a la cárcel. Ahora esos políticos presos salen de su encierro a dar mítines y a proclamar a los cuatro vientos que se encuentran en fase de repliegue pero que lo volverán a intentar. Ven posible y factible, a medio plazo, el sueño envenenado de la república catalana,  esa república  que no solamente liquidaría el proyecto de España sustentado en la Constitución y nutrido por siglos de historia sino que además supondría la segregación de cerca de la mitad de los catalanes, su exclusión, su condena al ostracismo. Personas que ya se ha sentido fuera de lugar, marginadas y ninguneadas con décadas de gobiernos nacionalistas y que de llevarse a cabo el escenario final anhelado por los independentistas, quedarían cercenadas, desprovistas de las libertades básicas, obligadas al exilio para vivir con un mínimo de tranquilidad. Principalmente la oposición frontal al independentismo catalán es una tarea en favor de la libertad y de la democracia.

>Con este panorama, las elecciones más extrañas de todas las que ha tenido Cataluña a lo largo de su historia, se nos presentan con un Salvador Illa tal que canto magistral a la “conllevancia” que proclamaba Ortega y Gasset como único bálsamo posible al problema catalán. Venía a decir el maestro que como la tensión continua entre Cataluña y el resto de España es irresoluble no queda otra que buscar soluciones que aminoren el dolor y nos permitan convivir, porque la ruptura es, a su vez, tan imposible como el enamoramiento. Illa es ese analgésico para soportar el dolor de cabeza, es ponerle paños calientes al dilema tras el calentón de los últimos años, es templar gaitas con descaro y furor a ver qué es lo que va pasando y que las aguas vuelvan a algún cauce aceptable por más indefinido que sea.

> Hay una especie de guion preestablecido antes de que las urnas hablen, una hoja de ruta según la cual el ponderado, educado y moderado Illa sería el presidente de una Generalitat más centrada tras el despelote de los últimos años, con una ERC asistiendo al gobierno como maestra de ceremonias y total mando en plaza, mientras los indultos son tramitados, y al mismo tiempo que aprovechando la gran tajada en el gobierno de Madrid, con Pedro Sánchez proclamando desde todos los púlpitos que España y Cataluña se han reconciliado gracias al buen hacer del diálogo y el talante. Sin embargo, los independentistas no quiere está solución, aunque la aprovecharían si es la única opción que tienen para seguir alimentando su objetivos.

>El problema de esta conllevancia, que no deja ser un tanto impostada, es que todo queda a gusto de la parte independentista en el momento en que se acepta que el terreno de juego en el que nos movemos es un conflicto entre España y Cataluña, como si de dos países se tratara. Jugando en ese terreno de juego, asumiéndolo como el único válido, el independentismo se reconciliará o se enfadará con España (la otra parte del “conflicto”) según le convenga. Por eso saben que tienen la sartén por el mango y que se pueden permitir el lujo de ser los “presos políticos” más dicharacheros y bailones de todo el orbe democrático.

Javier-López @NuevoSurco

Texto publicado en los diarios del grupo Promecal

Imagen Tormenta Perfecta EFE

Anatomía de la tormenta  perfecta: Confinamiento y desenlace

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>La tormenta está siendo tan dramática y perfecta que con la crisis del coronavirus se resolverán muchas de las incógnitas que vienen planeando en España desde que una mañana de Junio de 2014 Juan Carlos I abdicara

>Del confinamiento, la España constitucional saldrá reforzada o se derrumbará estrepitosamente

Imagen Mesa Dialogo

Calçotada (sin romesco)

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Pedro Sánchez quiere presupuestos cuantos antes. ERC elecciones catalanas, y ganarlas. Por eso habrá manitas por debajo de la mesa

Imagen Pablo Iglesias en Moncloa y con Pedro Sánchez

Iglesias: el acoplamiento

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>Iglesias tendrá su minuto de gloria, y una gloriosa jubilación con todo el ringo-rango postpoltrona gubernativa, pero su invento político ha fracasado por más exitosa que haya sido su maniobra de supervivencia

>Lo suyo quedará ahora en discursos y un poquito de demagogia y si al final del trayecto remite en algo la alarmante precariedad, que ni él ni Irene Montero ni Alberto Garzón jamás han padecido, con un canto en los dientes nos podremos dar

Imagen Miquel Iceta

En el país de las ocho naciones

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>Iceta es a día de hoy el alumno más aventajado de la impenetrable escuela desplegada por Pedro Sánchez para llegar y seguir en el poder. Lo de Sánchez no lo ve claro, ni mucho menos, una parte importante y sustancial del PSOE, en baronías y en otras terminales

> Porque aquí el único que sonríe es el líder del PSC, tan simpático y bailongo, contando naciones. Y dice que le salen ocho y hasta nueve, aunque se deja fuera a Castilla, en toda su amplitud, como si importara poco. Pero es que Iceta no habla de cultura, ni de historia, ni de nada, y dice que se refiere a las comunidades que en su estatuto expresan no sé qué intención. Parece que lo que le interesa realmente  es allanar el camino del discutido y discutible pacto para después reproducir una suerte de nuevo tripartito en Cataluña, como aquel de 2003. Y que le quiten lo bailao

Imagen Con totalitarios, no

Con totalitarios, no

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Tanto el Podemos de Pablo Iglesias como la nacionalista ERC  beben de visiones  con una raigambre totalitaria, excluyentes con el discrepante, siempre con esa pretensión de que hay una verdad que ellos comprenden y que el resto del mundo  que no va por ese carril es porque tiene algún problema o no está suficientemente preparado para recibir la “sagrada revelación”. Al contrario, lo que necesita en este momento un país que se precie, y un sistema político que se aprecie, es hacer ver a los españoles, sumidos en la incertidumbre y en el desasosiego, un nuevo pacto de concordia entre partes discrepantes pero coincidentes en los objetivos más primarios

Imagen Segunda Transición, Punto muerto

Segunda Transición: punto muerto

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>Lo primero que han hecho Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, como denuncia Felipe González, es repartirse los cargos. Lo han hecho, además, disimulándolo con una genérica declaración de intenciones que pocas almas sensibles se atreverían a contradecir

>España está en un grave trance, y lo que menos necesita es tanta carga de frivolidad. Acentuar los bloques en el eje izquierda-derecha es lo menos aconsejable ahora. La llamada Segunda Transición necesitaría culminar con un periodo excepcional basado en un gran acuerdo de los dos partidos mayoritarios que acumulan más de doscientos diputados entre ambos. Es lo que haría cualquier sistema político que se precie y se aprecie. Estamos ante el último cartucho en un momento casi de vida o muerte. Por el contrario, el abrazo de Sánchez e Iglesias puede ser, en las circunstancias excepcionales que estamos viviendo, una huida hacia ninguna parte.

>Lo peor sería no terminar con la precariedad, como dicen pretender, y sí terminar de descoyuntar el edificio institucional en un pacto con independentistas

Imagen de Franco a la democracia (real)

De Franco a la democracia (real)

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Ya no quedan más Francos que volver a enterrar, y la democracia necesita con urgencia abrirse paso otra vez sin que nadie se ponga a ello

Imagen incendio en Cataluña

Jóvenes sin futuro real

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No soñaba la burguesía más corrupta de Cataluña con tener como masa de maniobra, en el punto culminante del entuerto, a una muchachada tan dispuesta y entregada