Compara la situación con el retorno de Tarradellas aunque sigue negándose a plantear su propuesta en el Congreso de los Diputados
Pedro Sánchez se ha impuesto a Susana Díaz y ha ganado las primarias con más del 49% del voto
Javier-López
Estos días últimos de Mayo comienza a dilucidarse en buena medida el futuro de la izquierda en España. Las primarias del PSOE y su resultado nos pondrán en la pista de qué rumbo toma la izquierda española. El desbarajuste en otros países de nuestro entorno está siendo total. La socialdemocracia que nació tras la Segunda Guerra Mundial ha entrado en la mayor crisis de su historia, ha perdido pulso e identidad y se tambalea hasta el punto de que nadie a día de hoy adivina donde está el final del túnel. La socialdemocracia junto con la democracia cristiana, es decir, el centro izquierda y el centro derecha, consiguieron crear en los países de Europa Occidental el Estado del Bienestar que nos ha permitido vivir, en términos materiales, mejor que nunca y mejor que en cualquier otro rincón del mundo, pero llegados a este punto la formula parece agotada. Los profetas del desastre proliferan y los aprovechados dicen que no hay otro camino que ajustarse el cinturón en una única dirección: más productividad pero con menos derechos, no con más responsabilidad. Por su parte, el populismo se hace eco del desconcierto y también lo aprovecha para hacer caja. El populismo es un submarino morado en un mar desconcertado.
Han votado 87.674 personas de las 487.154 censadas en la votación sobre la moción de censura a Mariano Rajoy. El partido ha convocado una manifestación el 20 de mayo
En el último tramo de la campaña dice que no habrá unidad de acción con el populismo pero no concreta hasta donde llegaría el entendimiento
La Policía cree que la dinámica de ocultación de dinero por parte de la familia Pujol se encuadra en un delito de organización criminal
La mesa donde los presidentes toman decisiones de repercusión mundial ahora tiene un agregado bizarro
El juego no ha hecho más que comenzar: Pablo Iglesias pretende dinamitar cualquier entendimiento entre PSOE y Ciudadanos, al tiempo que coloca la alternativa de Pedro Sánchez como la única válida para colocarse al frente del socialismo. En el nuevo enredo populista, lo menos importante realmente es la moción de censura.
Podemos hace gala del nuevo estilo populista, icónico, emocional y directo a movilizar a su electorado, cada día más desencantado. La nueva política va camino de convertirse un un esplendoroso aparcamiento de buses urbanos