viernes, 26 de abril de 2024 00:02h.
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Política
Imagen Ortega y Gasset

¡No es esto, no es esto!

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>España consiguió superar ese pesimismo secular en la gozosa alegría de 1978, año de la reconciliación por excelencia. En aquellas fechas se fraguó el gran éxito colectivo de toda España. El gran éxito de la época moderna, por ser democrático y de todos. Prosperidad, paz y libertad, todo en uno, sin exclusiones ni sectarismo. Esa era la gran y radical novedad. “¡Sí es esto, sí es esto!”, hubiera dicho posiblemente Ortega y Gasset.

>Sin embargo, nuestro país se encuentra en este momento sumido en un nuevo trance, otra encrucijada. No se trata ahora de cambiar de régimen, pero sí de reformar y apuntalar lo construido durante los últimos cuarenta años, y hay serias dudas de que algunos de los mimbres sean los más adecuados. El hastío de la ciudadanía española es cada vez mayor. Algunos de nuestros políticos basan su acción en la foto y el tuit como en una gran feria de las vanidades en la que lo único que importa es alimentar el ego.

Política
Imagen El Roto

Pactos y democracia: ¿Hay regeneración?

ENS-Política

>Necesitamos un relanzamiento urgente de la democracia en su  dimensión más genuina. Los pactos para gobernar ayuntamientos nos ponen sobre el aviso. Pactos y mas pactos en los que se han  intercambiado concejales tal que coliflores y patatas, entre unos y otros, como en un gran cambalache. La aritmética parlamentaria se impone al modo de una gran espesura entre lo que queda depositado en una urna y lo que ejecutan los órganos representativos en virtud de los pactos. Porque, es cierto que el entendimiento y el diálogo entre diferentes es la virtud esencial de la democracia, pero  lo es aún más, y por encima de todo, la voluntad popular, y hay mecanismos para interpretarla más efectivos que la excesiva aritmética parlamentaria. Por ejemplo, la doble vuelta entre las dos candidaturas más votadas. Propiciará este debate la nueva política, ¿o estamos en lo de siempre?

Política
Regeneración democrática

La disciplina de voto en España: otro déficit que impide una democracia de calidad

Nosotros estamos acostumbrados, pero no ocurre lo mismo en otros países de nuestro entorno. En nuestro país los grupos parlamentarios son bloques monolíticos donde no se permite la menor disidencia en contra de lo que establece la propia Constitución. ¿Qué pasaría si cada diputado votara en conciencia? De momento la democracia sería más intensa.