Javier-López

No es exagerado decir que el periodismo está al borde de la muerte, convertido ya en despojo que se reparten a medias algunas empresas sin escrúpulos y con muy poca sensibilidad periodística, y unos políticos, los de la vieja y la nueva política, que han aprovechado la ocasión para convertir a los que resisten en el naufragio en voceros de sus intereses. Y si no, leña al mono, deprecio, falta de respeto y acoso. Periodistas que van ya como puta por rastrojo.

La Asociación de la Prensa de Madrid pone el dedo en la llaga y deja al descubierto las pulsiones totalitarias del partido populista español. El acoso a los periodistas incómodos se extiende. ¿Qué sería si tuvieran más cuota de poder?