jueves, 28 de marzo de 2024 09:33h.
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Política
Imagen Albert Rivera

La brújula de Rivera

ENS-Política

En algún momento, allá por 2015, ciertas encuestas favorecedoras le colocaban ya al borde de la Moncloa frente a un PSOE descompuesto y sin rumbo, zarandeado por un Podemos al alza, y un PP aviejado con un Mariano Rajoy resistiendo a toda costa. A Rivera se le presentaba en ese contexto como al hombre del momento, al gobernante necesario, la gran esperanza en el resurgir de nuestra democracia bajo el reinado de Felipe VI. Pero  a medida que esa posibilidad se fue alejando, la figura de Rivera se fue desdibujando, como su propio partido, que ha pasado de ser un potente alegato frente al independentismo en Cataluña con una proyección centrista en toda España, a convertirse en un actor imprevisible y confuso en el escenario político nacional. El asunto se torció definitivamente cuando Albert Rivera decidió que lo suyo era única y exclusivamente dar la batalla por el  liderazgo en el centro-derecha, ganársela a Pablo Casado.

Política
Imagen Ciudadanos y la normalidad

Ciudadanos y la normalidad de España

ENS-Política

>El partido que vino a ensanchar espacios y poner aire fresco en el denso y contaminado mapa  político español se ha convertido en el maestro de los cerrojos y los precintos, en el gran tejedor de cordones sanitarios, en el instrumento de un líder en su particular batalla por hacerse con el predominio en el centroderecha en un momento en el que lo más útil para los intereses de España, desde una simple y llana visión patriótica de las cosas, sería facilitar un gran bloque central que impida que el independentismo meta sus sucias manos en la gobernación del país. Lo más útil sería facilitar un periodo de reformas, con una ambiciosa agenda social, que apuntalen definitivamente el edificio que los españoles construyeron como casa espaciosa y habitable para todos hace más de cuarenta años. Ese sería el éxito, se ponga Rivera como se ponga, aunque ese éxito se lleve por delante su ambición personal.

>Sería lo normal en un país democrático, pero tan normal como que nadie se siente a negociar investiduras con grupos políticos de raigambre totalitaria que en algunos casos han dado cobertura política al terrorismo y al tiro en la nuca hasta anteayer. Arrancar de esos grupos, por más que sean fuerza política importante en su territorio, una abstención no deja de ser una extraña concesión a la anormalidad. Tanto como que un partido que se declara centrista, y que ha presumido en algunos momentos de vocación progresista, ni siquiera se siente a hablar con el PSOE.

Política
Imagen Albert Rivera-Ciudadanos

La confusión naranja

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>Ciudadanos se lanzó a la arena política desde Cataluña, donde ha cumplido una encomiable labor de respuesta a las tendencias claramente totalitarias del independentismo, para presentarse a la sociedad española como un movimiento político de vocación transversal y regeneracionista, con una ubicación inicial en el centro progresista y la socialdemocracia. Después cambiarían el anclaje en favor de un genérico “liberalismo”, coincidiendo con el recrudecimiento de la batalla con el PP por el control de todo el espacio a la derecha del PSOE. Todo por una cuestión personal: la obsesión de Albert Rivera por comerse la merienda de Pablo Casado y convertirse en el líder de referencia del centro-derecha español.

Política
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Podemos comienza a jugar a favor de Sánchez desafiando a PSOE y Ciudadanos

El juego no ha hecho más que comenzar: Pablo Iglesias pretende dinamitar cualquier entendimiento entre PSOE y Ciudadanos, al tiempo que coloca la alternativa de Pedro Sánchez como la única válida para colocarse al frente del socialismo. En el nuevo enredo populista, lo menos importante realmente es la moción de censura.

Política
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Desdibujamiento de Ciudadanos

PP y PSOE acercan postura sobre los presupuestos mientras Ciudadanos continua desdibujándose sin una función clara en el escenario político

Ciudadanos no está pasando su mejor momento. La formación naranja intenta resituarse en el nuevo escenario político y recuperar el protagonismo perdido tras las generales. Albert Rivera tuvo su momento cuando el PP de Mariano Rajoy necesitó de sus votos para superar la investidura. Sin embargo, en las primeras negociaciones tras la formación de Gobierno, la formación naranja se ha revelado como no «imprescindible» en la aritmética parlamentaria, cuando las relaciones del PP con el PSOE cuajan en acuerdos.

Cataluña
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¿Arrimadas independentista?

Un gesto de contrariedad se ha apoderado nuevamente de varios dirigentes de Ciudadanos (C’s) cuando han leído en los medios de comunicación que su líder en Cataluña, Inés Arrimadas, estaría dispuesta a participar en «un referéndum legal y con validez» sobre el futuro político de la comunidad catalana. No comprendían por qué Arrimadas daba cuerda de esta manera a un planteamiento que nunca ha sido el de Ciudadanos, sino el que han mantenido sus adversarios políticos.

Opinion

El desdibujamiento de Ciudadanos

Javier López

Se cultivaba la imagen de un Albert Rivera presidenciable, una especie de Adolfo Suárez revivido, el hombre adecuado para pilotar la Segunda Transición desde un partido centrista y dispuesto a tejer acuerdos múltiples.

Política
Ciudadanos reprocha a Mas que no haga autocrítica ni hable de corrupción

Ciudadanos reprocha a Mas que no haga autocrítica ni hable de corrupción

El portavoz de Ciudadanos (C's) en el Parlament, Carlos Carrizosa, ha reprochado al candidato a la investidura a la Generalitat Artur Mas que "no haga autocrítica" como "si no hubiese gobernado en los últimos años" y que tampoco "hable de corrupción cuando su partido tiene 15 sedes embargadas".