sábado, 20 de abril de 2024 01:55h.

Susana Díaz y Miquel Iceta alejan el fantasma de la ruptura entre PSOE y PSC

Reunión en Sevilla entre la presidenta de la Junta de Andalucía y el primer secretario del PSC para limar asperezas y propiciar el acercamiento. Ambos dirigentes han destacado la franqueza y sinceridad del encuentro. Iceta ha garantizado la "neutralidad" del PSC ante el proceso congresual del PSOE.   El sector crítico del PSOE se prepara para "el choque de trenes" con Susana Díaz.

 

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Dos partidos hermanos pero autónomos condenados a entenderse. Esa es la idea que ahora parecen compartir tanto en el PSC como en el PSOE andaluz, que con la reunión de este jueves entre sus respectivos líderes, Miquel Iceta y Susana Díaz, han alejado en parte el fantasma de la ruptura y han apostado por el entendimiento. "Ha sido una reunión franca, sincera, muy cordial y muy positiva", ha dicho Díaz al finalizar la cita, que se ha producido a petición de Iceta y que ha durado más de dos horas en la sede regional del PSOE-A, en Sevilla. El objetivo era limar asperezas y acercar posiciones tras el clima de tensión que se dio entre ambas formaciones cuando, no hace ni un mes, el PSC optó por no acatar la orden del Comité Federal del PSOE de abstenerse para permitir gobernar a Mariano Rajoy. Y parece que se ha conseguido. La presidenta andaluza, que aunque sigue sin aclarar si aspirará a liderar el partido ya actúa como candidata de facto, ha defendido la necesidad de hacer "una reforma constitucional urgente" y ha apostado por el "modelo de Granada", que excluye el derecho a decidir, como el marco en el que seguir "trabajando" con los socialistas catalanes. "Vamos atrabajar de la mano buscando el diálogo y el entendimiento", ha añadido, al tiempo que ha puesto de ejemplo el acuerdo alcanzado entre PNV y PSE a la hora de avanzar en el autogobierno, pero dentro de la legalidad. Neutralidad y distancia con Sánchez Por su parte, Iceta ha manifestado que se va muy contento de Sevilla. Ha defendido que Díaz tiene una "gran voluntad de unir" y ha garantizado la "neutralidad" del PSC ante el proceso congresual del PSOE, que aún no tiene fecha (se baraja para antes del verano). El primer secretario del PSC ha admitido las discrepancias pasadas con el PSOE andaluz, la mayor de ellas sobre la investidura de Rajoy. "Ese es el problema más grande que hemos tenido, que lleva a la necesidad de evaluar las relaciones entre los dos partidos", ha dicho en declaraciones a la Cadena Ser. No hemos escondido nuestras discrepancias, pero hay unas ganas muy grandes de superar esos problemas"Hemos estado mas de dos horas y media hablando mano a mano, muy sinceramente, no hemos escondido nuestras discrepancias, pero hay unas ganas muy grandes de superar esos problemas", ha agregado. El encuentro ha venido precedido estos días por gestos y declaraciones en las que el líder de los socialistas catalanes no ha dejado de tender puentes, hasta el punto de marcar distancias con el exsecretario general del PSOE Pedro Sánchez, de quien se convirtió en uno de sus grandes apoyos. Prueba de ello es que este miércoles, en un desayuno informativo en Madrid, afirmó que si durante los dos últimos años el PSC respaldó a Sánchez fue por "cultura de partido", porque "el líder siempre merece el apoyo de todos" le hayan votado o no. Es más, recordó que en las primarias de 2014 él votó al representante de la corriente Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias, porque "era el único que sabía qué quería hacer". La capacidad de voto, aún en el aire Horas antes de la reunión, Mario Jiménez, portavoz de la gestora socialista y estrecho colaborador de Díaz, decía en una entrevista Onda Cero que  los "lazos" entre el PSOE y el PSC son "los últimos puentes que todavía no han volado y no pueden volar entre Cataluña y España". Unas palabras con las que parece querer dejar atrás sus declaraciones de hace solo unas semanas, en las que amenazaba con la ruptura de una relación que data de 1978 y que permite a los socialistas catalanes votar para elegir al secretario/a general del PSOE. Fueron los días en los que la gestora, a través de un comunicado, hablaba de "ruptura unilateral". Ese punto del protocolo que rige entre ambos partidos es uno de los que más fricciones ha provocado entre el actual 'oficialismo' socialista y el llamado sector crítico. De un lado, la mayoría de la gestora, junto con el PSOE-A y buena parte de la vieja guardia del partido, han defendido que el PSC no debe participar y votar en los órganos del PSOE si luego no acata sus decisiones. Del otro, los afines a las tesis de Sánchez, que recuerdan que la ruptura de la disciplina de voto ya se ha producido en anteriores ocasiones, temen que el objetivo de la gestora al revisar la relación sea evitar que los militantes catalanes puedan votar en el futuro congreso federal. "Saben que la miltancia está con Sánchez", afirma un dirigente crítico. Revisión del vínculo Sin embargo, las posturas parecen haberse suavizado por parte de la gestora y del oficialismo socialista andaluz, y tanto en el PSC como en el PSOE-A insisten en que la voluntad es la de "seguir caminado juntos". El cómo hacerlo, no obstante, es lo que está aún pendiente de dirimirse, y la capacidad o no de voto de los militantes del PSC sigue en el aire. Para ello, gestora y PSC acordaron el pasado día 14 crear una comisión para revisar sus relaciones y sus diferencias políticas, con un plazo de dos meses. Es decir, que se tomará la decisión antes del congreso en el que el PSOE renovará su proyecto y elegirá una dirección del partido (se baraja para junio). Distintas fuentes consultadas dentro del PSC, de la gestora y del socialismo andaluz coinciden al afirmar que son optimistas al respecto. "Que Iceta haya venido a Sevilla es un síntoma de buen clima", señala un dirigente andaluz, para quien el acuerdo en el País Vasco entre PNV y PSE, bendecido por la gestora y por Díaz, ha lanzado un mesanje de tranquilidad. "Ha servido para suavizar todo y para transmitir que con Susana se pueden hacer cosas en el autogobierno, pero dentro de la ley". Otro dirigente socialista colaborador de Díaz va más allá y afirma: "La relación [entre PSC y PSOE] se revisará, pero podrán votar [en las primarias]. Cualquier otra opción es un lío, y el PSOE no se puede permitir otro más".