La disputa va para largo. Así que habrá momentos en los que volverá a tensarse y relajarse. "La discusión que hemos tenido es 'To be continued', como en las películas; de carril largo y sosegada que se va a ir dando en los próximos meses", reconoció Errejón a su salida.

No obstante, el pablismo y el errejonismo son conscientes de que primero tienen una batalla decisiva, entre finales de octubre y principios de noviembre, en la Comunidad de Madrid, donde se van a decantar algunos de los términos de la resolución de su gran debate sobre el futuro del partido. Pues la pelea electoral madrileña no sólo está siendo estratégica, sino que también lo está siendo en términos de poder. La familia de Podemos que se haga con la mayoría en la dirección de Madrid y ocupe la secretaría general dará un paso decisivo para afianzar sus planteamientos a la interna. De ahí el peso que adquiere y los esfuerzos que ambos sectores están dedicando para ganarse a los militantes.

La cercanía de la pugna madrileña y la falta de urgencia para tomar ahora una decisión permitieron que el Consejo Ciudadano Estatal transitara sin sorpresas, con cada familia manteniéndose en sus tesis durante el análisis de la situación. Y es que pablistas y errejonistas midieron con templanza sus fuerzas, sin sobresaltos y sobreactuaciones, a la espera de reforzar más adelante sus postulados gracias a Madrid y poder exhibirlos en una próxima convocatoria del Consejo Ciudadano.

"De histórico no ha tenido nada", reconocieron varios dirigentes a este diario sobre la expectativas puestas públicamente por Iglesias. "Quizá sea histórico que no se haya decidido nada", apostillaba un miembro del órgano de dirección.

Así pues, la pregunta que muchos se hacía ayer es cómo va a resolver Podemos esta situación. "Cuanto tengamos que decidir algo llegaremos a un acuerdo", señaló un dirigente próximo a Iglesias, que celebró que el tono de la reunión permitió un análisis desde las diferentes caras de un prisma.

Por tanto, el escenario que algunos miembros del Consejo Ciudadano dibujaban este sábado puede llevar a Podemos sin resolver su debate hasta el mismo congreso nacional del partido. Lo que se ha venido llamando un Vistalegre II y que, como pronto, no se espera hasta febrero o marzo de 2017.

Según reconocían varios dirigentes, no hay una hoja de ruta definida en estos momentos y dada la situación cambiante no parece que se establecerá hasta después de que haya un gobierno. Así, hasta un previsible Consejo Ciudadano posterior a la batalla de Madrid, el debate de Podemos seguirá siendo teórico y pendiente de resolver.