viernes, 19 de abril de 2024 00:16h.

¿Qué une a Vladimir Putin, Nicolás Maduro y Tayyip Erdogan?

La alianza entre los tres líderes autoritarios apuntada en el foro de Estambul pretende desafiar la hegemonía de EE.UU.

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El Congreso Mundial de Energía inaugurado en Estambul, al que asistió ayer por primera vez el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha servido para avanzar en los proyectos de colaboración energética y económica entre Turquía, Rusia y Venezuela. Más allá de los intereses comunes en esas áreas, los líderes de los tres países asistentes al foro energético han puesto también los cimientos de un eje político anti-occidental, basado en su enfrentamiento con Estados Unidos y con la Unión Europea, y en las similitudes personales entre Putin, Erdogan y Maduro.

La piedra en el zapato de la alianza entre Moscú, Ankara y Caracas es la pertenencia de Turquía a la OTAN. Pero es mucho lo que une a los tres líderes que se han reunido en los márgenes del encuentro de Estambul:

1. Autoritarismo. Tanto Erdogan como Putin y Maduro aspiran a crear un sistema de partido único donde no quede espacio para la oposición política, pese a que se mantenga la formalidad del sistema parlamentario occidental. Así lo han demostrado las recientes elecciones parlamentarias rusas, el acoso a la oposición turca con el pretexto de la macropurga tras el intento de golpe de Estado, y las maniobras de distracción del referéndum revocatorio en Venezuela, así como la pena de cárcel del líder opositor, Leopoldo López.

2. Desafío a Estados Unidos. Los tres líderes pretenden contestar la hegemonía de la superpotencia en el plano diplomático y militar. El número de roces y desaveniencias con Washington tanto en el plano regional (cárteles de la droga en Iberoamérica), como internacional (crisis de Ucrania y Siria, en particular), ha llevado a Rusia, Turquía y Venezuela a la conclusión de que su unión puede hacer la fuerza.

3. Megalomanía. El culto a la personalidad hacia Putin, Erdogan y Maduro ha crecido notablemente en los medios de comunicación oficiales (los independientes son objeto de acoso permanente, según denuncian los organismos internacionales), y en la presencia habitual de su imagen en las calles, edificios públicos y medios de transporte