#DiferenteActitud: radiografía en positivo de un/a milllennials
Nos tildan a menudo de narcisistas, de confusos, de “millennials” - así como quien denomina a alguien que suena cibersespacial, ajeno y disperso-. ¿Sabéis qué? Sonrisas. Sólo queremos sonreír.
La Vanguardia
Crecimos alternando las primeras series de adolescentes españolas con noticias que denunciaban lo fatídico que era ser mileurista. Nos dijeron lo bonito que sería conseguir un puesto estable como único modo de prosperar y construir nuestra vida. Nos expusimos a diario a mensajes sobre plazos fijos, hipotecas, planes de pensiones y lo idílico de una casa como inversión. Nos tildan a menudo de narcisistas, de confusos, de “millennials” - así como quien denomina a alguien que suena cibersespacial, ajeno y disperso-.
¿Sabéis qué? Sonrisas. Sólo queremos sonreír. Queremos experimentar. Queremos volar sobre nuestros propios sueños. Destrozaremos todas las fronteras de la imaginación. Multiplicaremos todo lo que cualquier generación ha adivinado, lo que en ningún otro momento de la historia se ha construido, lo que nadie jamás creó. ¿Por qué? Porque nos motivan los retos, porque nuestros antecesores han eliminado las barreras que ellos tuvieron, así como nosotros hemos borrado el “no” en nuestro diccionario. ¿Cómo? Recogiendo el precioso legado de nuestros padres, cuyo esfuerzo nos ha otorgado sobresalientes herramientas que se concretan en un elegante dispositivo de bolsillo, impensable décadas atras.
Y es que somos vuestro producto y nos valemos de vuestro esfuerzo. Portamos vuestro ADN pero nos diferencia la actitud, enarbolando allí donde vamos la bandera de la creatividad. Ahora nosotros somos nuestro mismo reto, nuestra propia aspiración. Nos quedamos sin causas perdidas, ya que sólo creemos en causas ganadas. Creemos en compartir al momento aquellos hechos que nos indignan; seremos siempre beligerantes, con todas las herramientas al alcance de nuestra mano, a golpe de pantalla, para decirle al nuevo mundo venidero que hubo una generación que les protegió como nadie. Lo comunicaremos, lo comentaremos, lo difundiremos siempre.
Abriremos todas las fronteras geográficas con el mejor flash, haciendo cada montaña la más imperial, cada bosque el más colorido, cada brunch el más apetecible. Ya no serán jamás los lagos, los mares y los ríos nuestros obstáculos, porque sumergiremos nuestra imaginación para encontrar allí los tesoros que siempre quisimos coleccionar de niño. Hasta el dinero, causa de felicidades pero también de codicias, dejará de tener forma física en nuestro ideario, muestra de que nuestro apego por él es mucho menor. Porque seremos capaces de adquirir lo que queramos pagando de forma inalámbrica con nuestro dispositivo.
No sólo de estáticas maravillas seguiremos rellenando nuestro portfolio. Nuestros momentos serán continuos, en vivo, para todos. Haremos minidocumentales de vida, compondremos los versos más maravillosos en 140 caracteres, seremos a la vez nuestro propio modelo y nuestro propio director de arte. Nuestro propio compositor y nuestra propia audiencia. Nuestro propio juego para nuestro propio desarrollador. Seremos nuestro propio negocio haciendo de nuestro arte una forma de vida.
Y seremos todo, para todos y para siempre…porque nos diferencia una actitud. Una actitud que sólo podría sucumbir ante la tecnología. Y cuando ella ha roto sus cadenas, cuando la tecnología da luz verde a que nuestra #DiferenteActitud se exprese sin condicionales, ¿qué nos queda? Sonreír para el selfie más perfecto que exista. Y seguir creando un mundo mejor.