jueves, 28 de marzo de 2024 09:33h.

En Venezula corre riesgo el pluralismo político

59 organizaciones políticas venezolanas deberán renovar las nóminas de sus militantes para evitar ser declaradas ilegales. Expertos consultados por DW temen que la medida busque asegurar la hegemonía del chavismo.

 

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Este martes (07.02.2017), el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela dio luz verde a un proceso de renovación de los partidos políticos en el país, acatando una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia.

Como consecuencia, todas las organizaciones políticas que no participaron en las elecciones presidenciales de 2013 ni en las parlamentarias de 2015 tendrán que volver a registrar a sus militantes. La orden también afecta a aquellas organizaciones que, en esos comicios, obtuvieron menos de un 1 % del total de los sufragios.

La comunicadora política Carmen Beatriz Fernández, profesora del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), critica una "doble artimaña", puesto que también los partidos políticos que habían participado en conjunto, es decir en forma de alianza, en los dos últimos comicios están obligados a revalidarse.

En la práctica, esto significa que 59 organizaciones políticas, entre ellas más de 20 partidos, deberán renovar la nómina de sus militantes. La recolección de firmas de los simpatizantes deberá realizarse en uno de los diez fines de semana entre el 18 de febrero y el 23 de abril de 2017.

"Ambición hegemónica del gobierno"

Varios dirigentes de la oposición denunciaron que, a través del ente electoral, el gobierno chavista busca ilegalizar a los demás partidos políticos, puesto que es "imposible" cumplir los requisitos dentro del plazo fijado. Según Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la alianza opositora MUD, el proceso de renovación equivale a "una carrera de obstáculos", ya que las organizaciones políticas tienen apenas 14 horas (un fin de semana) para renovarse y el CNE solo dispondrá de 390 puntos de inscripción en todo el país.

Para Carmen Beatriz Fernández, esta medida es "un paso más hacia el cumplimiento de la ambición hegemónica del gobierno, que está tratando de llegar a un partido único por una vía administrativa".

En entrevista con DW, la venezolana destaca que no solo los partidos opositores rechazan el proceso de renovación. "Algunas de las voces más críticas son precisamente los partidos oficialistas dentro de la alianza del partido de gobierno", como el Partido Comunista de Venezuela, dice, y agrega que, de momento, el partido gobernante PSUV y otros dos partidos de "maletín" son los únicos que no se han visto afectados por la orden. 

"Fachada democrática"

En opinión de la politóloga Claudia Zilla, de la Fundación Ciencia y Política (SWP, por sus siglas en alemán), se trata de una medida más que "acentúa las asimetrías en las reglas de juego entre el gobierno y la oposición. Si bien en Venezuela todavía tienen lugar elecciones parlamentarias y presidenciales, las condiciones contextuales son cada vez menos justas. A través de nuevas reglas o el incumplimiento del derecho vigente, se está favoreciendo sistemáticamente al partido gobernante en detrimento de los partidos de oposición".

Zilla señala que el régimen chavista ha anulado prácticamente la división de poderes y limitado fuertemente el pluralismo y la competitividad política. El año pasado, el gobierno venezolano suspendió las elecciones regionales y bloqueó el referendo revocatorio contra Nicolás Maduro. La experta de la Fundación Ciencia y Política explica a DW que, sin embargo, el chavismo no puede prescindir completamente de procesos electorales, si desea mantener "la fachada democrática". De cara a la disminución de sus niveles de aprobación, el gobierno recurre a este tipo de "medidas injustas" para presionar a la oposición y asegurar la propia hegemonía, dice.

Por su parte, Fernández teme que el gobierno chavista busque concurrir a las elecciones regionales pendientes con un esquema de partido único, "siguiendo el modelo nicaragüense o cubano".