viernes, 26 de abril de 2024 14:12h.

Rajoy y Puigdemont: el roscón de Reyes llegó sin sorpresa

Los presidentes optan por silenciar lo que trataron y reafirman sus compromisos, uno por el referéndum y el otro por evitarlo. Pero no se fue mucho más allá en la reunión secreta mantenida tras la festividad de los Reyes Magos.

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La Vanguardia

Puigdemont Rajoy se reunieron en secreto en Moncloa cinco días después del Día de Reyes, el día en que el president anunció que no volvería a presentarse como candidato a la presidencia de la Generalitat, y 24 horas antes de asegurar en una entrevista radiofónica que la reunión demandada por él a Rajoy semanas antes se celebraría probablemente “antes de que acabe enero”. Se reunieron a petición del presidente del Gobierno, que quería convencer al dirigente catalán para que asistiera a la Conferencia de Presidentes, pero Puigdemont no fue y el encuentro fue un fracaso. Ambos constataron la imposibilidad de avanzar en la contienda que, en palabras de Rajoy, “lleva cinco años y no ha aportado nada bueno a los ciudadanos de Catalunya”.

Aunque la reunión fue secreta y para un asunto muy concreto, Puigdemont y Rajoy hablaron durante más de dos horas con la cuestión catalana sobre el mantel del almuerzo que compartieron, de hecho se sabe, tal y como publica La Vanguardia este lunes, que el president llegó a plantear al jefe del Ejecutivo central, la posibilidad de acudir al cónclave autonómico si le dejaba intervenir para expresar su opinión sobre las relaciones entre España y Catalunya, pero Rajoy se negó. Como ha señalado este miércoles, la voluntad del presidente español era fijar el foco en otros asuntos, lejos del referéndum.

La reunión se produjo cinco días después de que Puigdmont aclarase que no se volverá a presentar y un día antes de asegurar que se vería con Rajoy antes de febrero

Ni Rajoy ni Puigdemont han querido confirmar abiertamente el encuentro, porque hacerlo habría constituido reconocer un engaño que ya ha sido públicamente identificado. El presidente del Gobierno ya dio alguna pista al evitar desmentir las palabras del delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, con quien empezó todo cuando aseguró que había contactos a todos los niveles entre ambos gobierno. Rajoy dijo en una entrevista en Telecinco que no con la boca pequeña y traspasó la patata caliente al Ejecutivo catalán al comentar que “si son reuniones secretas, no seré yo quien las desvele”.

La pista del dirigente se transformó en sospecha más que fundada cuando el líder del PSC, Miquel Iceta, desveló abiertamente que sí, que a él le constaban contactos al más alto nivel y que él creía que ambos presidentes ya se habían visto. Pero la portavoz del Govern, Neus Munté, negaba la mayor en su rueda de prensa posterior a la reunión del ejecutivo catalán de los martes. Munté era tajante y garantizaba que no había habido reuniones secretas.

Con Enric Millo empezó todo. Miquel Iceta aseguró que se habían visto y Neus Munté le desmentía horas después

Una vez desvelada la verdad, que hubo encuentro, la actitud de los protagonistas se ha centrado en echar agua al vino. Rajoy, reconociendo implícitamente la reunión, ha vuelto a tirar de manual para indicar que lo que él no puede es aceptar las pretensiones “de los señores independentistas” y que su voluntad es convencer al presidente catalán de que ponga fin a “algo que no ha conducido a nada bueno para los ciudadanos de Catalunya”. A cambio pide un “esfuerzo por la cohesión interna” y ofrece hablar “de presupuestos, de inversiones, de infraestructuras”.

La misma táctica fue adoptada por Puigdemont, que también ha obviado responder sobre de si hubo reunión o no, pero implícitamente la ha admitido cuando, en sesión de control en el Parlament, ha respondido a una pregunta de Catalunya Sí Que Es Pot que “ahora se escandalizan porque este Govern dialoga”, cuando “este Govern dialoga para poder votar”. Y a partir de aquí, como Rajoy, ha tirado de su manual para asegurar que no ha iniciado ninguna “negociación”. De hecho, el president ha ido más allá al advertir que la negociación “ni está, ni se la espera”. Eso sí, la mano, como la del presidente español, también la tiende: “Yo hago honor al compromiso asumido en el Parlament de Catalunya, tanto en público como en privado”.

La reacción de Puigdemont: “Este Govern dialoga para poder votar” pero la negociación sobre el referéndum “ni está, ni se la espera”

Como era de esperar, la primicia de La Vanguardia ha dado que hablar y ha provocado reacciones más o menos predecibles. Entre las sorprendentes figura la de la CUP, que prácticamente ha obviado el asunto y se han desmarcado de la polémica para resaltar que “lo único que nos interesa es si hablan de referéndum”. Según han declarado, lo único que les interesa del Estado, “si es que tiene que hacer alguna cosa, es que autorice el referéndum y haga campaña por el no”, una campaña que los cuperos piden a todos los partidos que inicien y que ellos prevén empezar en primavera. Por lo demás, renuncian a “entrar en el juego” sobre si hay o no reuniones secretas.

También es destacable la reacción desde el PP. Fieles a la versión presidencial, tal vez demasiado, el coordinador general del partido, Fernando Martínez-Maillo, afirmaba este mismo lunes que no sabe si hubo reunión, pero dejaba claro que hay muchas reuniones, en el ámbito parlamentario, y también en el de los gobiernos locales, autonómico y nacional, que tampoco se dan a conocer. A su juicio, cuando se reúnen dos interlocutores institucionales, depende de ellos dar a conocer o no el encuentro, y se remitía a las palabras del propio Rajoy, diciendo que cuando unas conversaciones se producen de manera discreta tienen que ser discretas.

La CUP prácticamente ha obviado el asunto y se han desmarcado de la polémica para resaltar que “lo único que nos interesa es si hablan de referéndum”

Más chocante resultaba la reacción del coordinador general del PPC, Xavier García Albiol, sobre todo después de haber desmentido con contundencia las aseveraciones de Enric Millo. Consciente de la comprometida situación que le dejaba la revelación del encuentro, Albiol ha optado por no confirmar ni desmentirlo porque “no le corresponde al PPC valorarlo”. “Ni confirmo ni dejo de confirmar porque no nos corresponde a nosotros”, declaraba al llegar al Parlament antes del pleno.

Con más aparente naturalidad se lo han tomado en Ciudadanos. Su presidente, Albert Rivera, ha celebrado que Rajoy y Puigdemont hayan entablado un diálogo, pero ha pedido al Ejecutivo que informe del contenido de esas conversaciones. “No me parece mal que haya dialogo. Lo que me parece es que tiene que ser público o, por lo menos, que nos cuenten de qué hablan”, ha declarado en los pasillos del Congreso. A su juicio, “es normal que el presidente del Gobierno de España pueda hablar con el presidente de una comunidad autónoma”.

Rivera y Domènech ven bien que haya diálogo pero exigen transparencia y que se informe del contenido

Desde En Comú Podem, Xavier Domènech, coincidía con Rivera en señalar que “estaría bien saber de que están hablando” ambos presidentes, aunque le parece “positivo que la gente hable” ante la crisis institucional. Lo que no le parece bien es “que la gente mienta y hayan dicho que no existía contacto ni diálogo”. ”Teníamos constancia de que había reuniones y contactos, pero no a este nivel. Nos hemos quedado tan perplejos como la mayoría de la ciudadanía. Ahora que se sabe que se están reuniendo, estaría bien saber de que están hablando”, ha aseverado.

Desde ERC, el portavoz en el Congreso, Joan Tardà, ha dicho desconocer si existió una reunión, pero ha apuntado: “Si ha existido, bienvenida”. Preguntado por si ha habido contactos discretos entre el Estado y la Generalitat, ha evitado pronunciarse porque “que los líderes sean discretos debería ir en el oficio”, ha sostenido. Aun así, ha subrayado que siempre han estado “dispuestos a negociar”, aunque ha añadido que el referéndum se convocará igualmente aunque el Gobierno no quiera pactarlo.