viernes, 19 de abril de 2024 00:17h.

Puigdemont planta cara al Rey en los premios de la patronal catalana

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, aprovechó su coincidencia ayer por la tarde con el Rey en una entrega de premios en Barcelona para responder al mensaje que Don Felipe había dirigido por la mañana ante las Cortes a los independentistas catalanes. En clara alusión al desafío soberanista, el Rey había exigido «el respeto y observancia de la ley y de las decisiones de los Tribunales» porque constituye «una garantía esencial de la democracia». El Rey defendió que «la supremacía de la ley elimina la arbitrariedad de los poderes públicos».

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Estas afirmaciones no debieron agradar en absoluto a Puigdemont y, en un acto de la patronal Fomento del Trabajo en el que coincidió con el Rey y con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, denunció lo que él considera las «negligencias» del Estado con Cataluña. El mandatario independentista también denunció la falta de políticas fiscales propias, las carencias en infraestructuras, la imposibilidad de controlar el mercado laboral o la regulación energética y reprochó que «el Estado ha negligido en sus deberes respecto a Cataluña». En su intervención, también criticó la «judicialización de cualquier acción política» hecha desde Cataluña y la «fiscalización» de la acción internacional de la Generalitat.

Don Felipe, que ya había transmitido por la mañana un mensaje firme al separatismo catalán, mantuvo el discurso previsto tras los reproches de Puigdemont, y centró su mensaje en la innovación e internacionalización económica.

Frialdad entre ambos

El Rey y Puigdemont volvieron a coincidir en Barcelona un mes después de que se vieran en la capital catalana en otra entrega de premios en la que se mostraron cordiales aunque distantes. En el encuentro de ayer, sin embargo, destacó la frialdad y que antes de arrancar el acto casi no interactuaron pese a estar codo con codo. Durante la entrega de premios sí tuvieron algún momento más distendido.

En el acto hubo más referencias al difícil contexto político que vive Cataluña. El presidente de Fomento, Joaquim Gay de Montellà, pidió que se resuelva «la cada vez más grande» distancia con España «a través del diálogo, la negociación y el pacto» y animó a «encontrar el camino de confluencia». El presidente de la CEOE, Juan Rosell, añadió que «es clave que nos respetemos» y que ha llegado «la hora de la gran política, con concordia». Fomento del Trabajo entregó las Medallas de Honor a Francisco Javier García Sanz (Seat) y Javier Godó (Grupo Godó). Los premios Carles Ferrer condecoraron al grupo Indurken, a Condis Supermercados, Grupo Carinsa y Salgot.