La Razón

Estas Navidades, los niños que han visitado el Salón de la Infancia de Barcelona no han podido disfrutar uno de sus principales reclamos, la pista americana que instalaba desde el año 2002 el Ejército. Tampoco se han podido ver las típicas imágenes de pequeños subidos a los coches patrulla de la Policía, puesto que este año la Fira de Barcelona, organizadora de la feria infantil, ha decidido prescindir no sólo del «stand» de las Fuerzas Armadas, sino también los de la Policía Nacional, Guardia Civil, Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana.

Pese a que la exclusión de estos expositores es, en principio, decisión de los organizadores del evento, la postura tanto de la alcaldesa de Barcelona como de la Generalitat parecen haber producido la presión deseada. A la moción presentada por la Generalitat para excluir de los espacios infantiles a las intituciones militares, se suma el desplante que Ada Colau hizo a un teniente coronel presente en la pasada edición del Salón de la Infancia. «Esto no es ir en contra de nadie, sino decir que cada cosa tiene que tener su espacio», argumentó la primera edil.

No obstante, resulta cuando menos curioso que a Colau, quien con tanto ahínco defiende la «separación de espacios», no le moleste la publicidad que las entidades independentistas hacen en eventos y actividades dirigidas eminentemente a niños.

Precisamente en el Salón de la Infancia, del que se ha excluido al Ejército, sí se ha permitido la presencia del «stand» de la plataforma proselecciones deportivas catalanas. Esta asociación, que defiende «la independencia de Cataluña como la vía más rápida para conseguir el reconocimiento internacional de todas las federaciones catalanas», enseña a los pequeños que acuden al salón navideño a practicar los deportes en los que Cataluña tiene una selección, mientras reparte folletos con las ventajas de «construir un nuevo pequeño país».

Esta plataforma, que trabaja activamente con otras entidades soberanistas como la ANC y Òmnium Cultural, defendió ayer su presencia en el Salón de la Infancia argumentando que su misión entre los niños no es otra que «la promoción del deporte» y que los folletos proindependencia sólo se distribuyen en la zona de espera de los padres. «Llevamos en esta feria más de cuatro años y nunca ningún padre se ha quejado», criticaron, tras reconocer que su «stand» ha saltado a la palestra este año por la polémica con los farolillos en forma de «estelada» que la ANC pide que tanto padres como hijos lleven a la cabalgata de Reyes de Vic. La iniciativa no sólo ha recibido críticas por parte de los partidos constitucionalistas, sino que ayer fue el mismo portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, el que manifestó su malestar. Además de pedir que se deje a los niños al margen de cuestiones políticas, subrayó que la propuesta de las entidades soberanistas le «chirría»: «A mí no me gusta, yo no lo haría», declaró.

A la que parece no chirriar demasiado el proselitismo independentista entre los más pequeños es a la alcaldesa de Barcelona, que no ha pedido que se retire el «stand» de la plataforma proselecciones catalanas, como sí ha hecho con el del Ejército. A este respecto, el líder municipal del PP, Alberto Fernández, exigió a Colau que utilice la misma vara de medir con todos los colectivos en la «separación de espacios» y criticó la «mezquindad» y el «fanatismo inaceptable» del independentismo al utilizar a niños y padres para defender sus tesis.

Seguir la luz de la «estelada».

La Asamblea Nacional Catalana (ANC) promueve talleres infantiles para que los pequeños elaboren sus propias lamparillas independentistas para recibir a los Reyes Magos en la cabalgata de Vic, que será retransmitida por TV3, iniciativa de la que se desmarcó Òmnium Cultural. El PP ha pedido a la televisión pública catalana que no la emita, ya que se pretende «instrumentalizar a los niños con intención claramente política».