jueves, 28 de marzo de 2024 00:00h.

Andreu Viloca: el gran cerebro del 3%

 

El ex 'president' firmó ante notario un documento que convertía al ex tesorero en el director de todas las operaciones económicas

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Esteban Urreiztieta/El Mundo

La Guardia Civil intervino en el despacho del ex tesorero de Convergència (CDC) un «poder especial» firmado de su puño y letra por Artur Mas en el que le otorgaba en enero de 2011 «la dirección de los negocios del partido».

El ex presidente catalán trasladó así a Andreu Viloca toda la responsabilidad de cualquier operación financiera llevada a cabo por el partido y lo convirtió en la figura clave de la trama de cobro de comisiones del 3% a cambio de contratos públicos.

Los investigadores atribuyen asimismo a Mas «el control» total de la «Administración catalana» y consideran «de gran importancia» su papel en la adjudicación de obras por las que el partido cobraba sobornos.

La Guardia Civil descubrió en el despacho del ex tesorero de Convergència Democràtica de Cataluña (CDC) un «poder especial» otorgado por Artur Mas a Andreu Viloca que le confería a este último la capacidad de hacerse cargo de «la dirección de los negocios del partido», entre otras atribuciones.

El documento está fechado el 14 de enero de 2011 y lo rubrica Mas «en calidad de secretario general de CDC» y «en nombre y representación del mismo partido».

En él autoriza a Andreu Viloca para que «ejercite una serie de facultades». Entre ellas, como parte de la referida dirección de los «negocios» de la formación política, «comprar y vender bienes inmuebles, operar con banca, efectuar operaciones de préstamo y otros instrumentos financieros, operar con letras de cambio, etc».

Junto a este «poder especial» -que por una parte tenía la virtud de conferir a Viloca por escrito la autoridad que le correspondía y, por otra, trasladar de facto cualquier responsabilidad financiera de Mas a su tesorero-, la Policía Judicial halló otro similar en el que se revocaba el primero de forma temporal para finalmente restituir a Viloca en dichas competencias económicas.

Fue elaborado el mismo día para otorgar en este caso al gerente Carles del Pozo Cerdá «facultades» de menor rango, como «nombrar y despedir empleados, comprar y vender, concurrir a subastas, operar con la banca, retirar cartas y certificados, etc.».

De esta forma, Viloca pudo convertirse en la «clave de bóveda», a juicio del instructor que investiga la trama del 3% para «catalizar, a modo de recompensa, la concesión de determinadas obras públicas». Una serie de pagos que constituían «parte esencial de la financiación de CDC» y que «de manera irregular acabarían nutriendo y dotando de apoyo económico» a la formación nacionalista.

La Guardia Civil resalta también en sus informes que en la figura de Mas confluía el «control de la Administración catalana». Recuerda la Policía Judicial que ocupó la Presidencia del Gobierno catalán «desde el año 2010» en adelante, lo cual constituye un «dato de gran importancia para entender los documentos» que conforman el sumario. Y es que los diferentes contratos públicos investigados, prosigue la Guardia Civil, «ponen de manifiesto que el Govern de la Generalitat -y, por lo tanto, el control de la Administración catalana- está en manos del mismo partido político al cual también pertenece Viloca».

Los investigadores han conseguido estrechar todavía más el cerco en torno a Mas gracias a la confesión de un testigo clave conseguido por la Fiscalía Anticorrupción y que fue desvelada ayer por EL MUNDO.

Se trata de uno de los principales donantes de CDC, que ha implicado ante el Ministerio Público y ante el juez de El Vendrell a Mas en la trama del cobro de comisiones a cambio de contratos públicos. Según este gran empresario catalán, cuya identidad obra en poder de los investigadores, él mismo asistió a una reunión en la sede del partido a la que acudieron Artur Mas y su hombre de confianza Germà Gordó, ex gerente del partido y ex consejero de Justicia del Gobierno catalán.

En dicho encuentro, que tuvo lugar antes de que Mas fuese nombrado presidente de la Generalitat en 2010, abordaron la entrega de fondos al partido y el entonces máximo responsable de la formación le remitió directamente a Gordó, allí presente. «Tienes que hacer lo que este te diga», le aclaró.

Tiempo después, siempre según el relato de este contratista en sede judicial, coincidió con Gordó en una entrega de premios en Tarragona. Un acto en el que precisamente fue galardonado el testigo de Anticorrupción.

Aprovechando un receso de aquel evento, la mano derecha de Mas le abordó y le dijo: «Tú no me obedeces». El empresario ha explicado que la reprimenda se debía a que llevaba tiempo sin realizar donaciones a la formación política y que se sintió «extorsionado».

Otro destacado empresario catalán también ha prestado declaración como testigo recientemente y ha ratificado que Gordó era un importante interlocutor para conseguir contratos públicos a cambio de comisiones.

Según su relato se reunió en el Parlamento catalán con un diputado convergente que actuó en representación de Gordó y negoció con él los pagos que debía realizar a cambio de conseguir obras públicas en la provincia de Lérida.

Ambas declaraciones permanecen todavía en secreto custodiadas por el instructor del caso 3%.

En lo que respecta al resto de documentación confiscada por la Guardia Civil a Viloca en su despacho de la sede del partido, destacan numerosos elementos que confirman la existencia de una trama de financiación irregular.

Tras examinar el material intervenido, la Guardia Civil pone en cuestión la gestión de Viloca al frente de las finanzas del partido. Así, por citar un ejemplo, subraya al juez que «debe ser verificada» la «correspondencia» entre los «fondos destinados a propaganda y publicidad» con «los gastos oficiales de campaña».

Destacan los investigadores que en las elecciones al Parlamento de Cataluña de 2012 los límites de gasto electoral debían estar en poco más de 3,3 millones de euros. Una cifra que contrasta con el gasto incurrido en 2010 donde se llegaron a desembolsar 8,4 millones.

Otro de los extremos que ha llamado poderosamente la atención a la Policía Judicial ha sido el hallazgo en el despacho del ex tesorero convergente de más de medio centenar de documentos relativos a obras públicas concretas que iban a salir a concurso.

Desde la ampliación de una escuela en Sabadell pasando por la ejecución de unas obras en el municipio del Falset en el Priorat a los servicios de limpieza del Instituto catalán de Oncología a unas obras en el Instituto Pompeu Fabra.

Queda así documentado que Viloca disponía de un control absoluto sobre las licitaciones que otorgaba el partido en todos los ámbitos y rincones de Cataluña.

Asimismo, la Guardia Civil ha encontrado decenas de tarjetas de visita de grandes constructores en poder de Viloca. Entre otros, aparecen Jordi Sumarroca, consejero delegado de Teyco; el ex alto cargo de Copisa Xavier Tauler; diversos contactos de Isolux; y hasta una tarjeta del propio Gordó.