martes, 16 de abril de 2024 01:12h.

Despliegue español en el Báltico: carros de combate, F-18 y una fragata

430 efectivos, cazas y carros de combate participarán en dos misiones de la OTAN de defensa aliada. Otros 205 marinos ya patrullan el norte de Europa


 

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Fernando Cancio/La Razón

Carros de combate, cazas, una fragata... y 635 militares. Es la contribución de España para garantizar la seguridad en el norte y noreste de Europa, principalmente ante la amenaza rusa. Una presencia sin precedentes en el área del Báltico que simboliza el compromiso con la OTAN al participar en tres de las misiones que tiene desplegadas en esta zona. Por tierra, mar y aire, las Fuerzas Armadas españolas se unen a las de otros países aliados en un ejercicio de disuasión y defensa que se traduce en un aviso ante las provocaciones de Moscú: «Atacar a una nación miembro de la Alianza es atacar a todos». Con este objetivo comienzan a andar las dos nuevas misiones en las que este año participan las Fuerzas Armadas: la Presencia Avanzada Reforzada y la Policía Aérea del Báltico, las cuales coinciden con la presencia en la zona de la Agrupación Naval Permanente nº1 de la OTAN (SNMG1), en la que España está presente.

La más destacada es la participación en esa recién creada Presencia Avanzada Reforzada, una fuerza de disuasión compuesta por cuatro batallones multinacionales que surgió en la Cumbre de Varsovia del pasado año. En concreto, estos «Battle Groups», liderados por Reino Unido, Canadá, Alemania y Estados Unidos, se desplegarán en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, respectivamente, y en ellos habrá presencia de uniformados de una quincena de países.

Efectivos españoles

Los militares españoles se integrarán en el batallón canadiense, en Adazi (Letonia), con un contingente de 300 efectivos y 80 vehículos, entre los que destacan los seis carros de combate «Leopardo» y los 14 blindados «Pizarro», que por primera vez participan en una misión en el exterior.

El despliegue ya ha arrancado con la salida del jefe del contingente, teniente coronel Juan Castroviejo, y de la denominada «comisión aposentadora», y está previsto que concluya a mediados de junio. La mayor parte de la fuerza española pertenece a la Brigada «Extremadura XI», a los que acompañarán en esta primera rotación (de seis meses de duración) los efectivos de la Agrupación de Apoyo Logístico nº 61 de Valladolid. Junto a ellos habrá efectivos canadienses, albaneses, italianos, polacos y eslovenos.

Su misión es clara: proteger a los países bálticos de una posible intervención militar rusa, una amenaza que se palpa en el ambiente tras la crisis de Ucrania en 2014. «No es una misión ofensiva. Se trata de una operación de disuasión y defensa contra la postura de Rusia», aseguran un alto responsable de la Alianza, que añade que «el diálogo con Moscú se mantiene». Eso sí, no de manera recíproca, ya que, asegura, «la OTAN con Rusia es totalmente transparente, se le informa de los ejercicios y maniobras o del posicionamiento militar de los aliados, pero ellos casi no dan datos de su actividad».

Y esa falta de transparencia y de información es lo que implica el segundo despliegue español en la otra misión aliada contra la provocación rusa: la de la Policía Aérea del Báltico desde esta semana. No es una misión nueva para España, ya que nuestro país ya ha participado en ella en 2006, 2015 y 2016.

Cinco cazas F-18

En esta ocasión, el Ejército del Aire contribuye con cinco cazas F-18 del Ala 15 (Zaragoza) y 130 efectivos, que se desplegarán en la base de Ämari (Estonia). Se trata de una operación de seguridad y de capacidades compartidas en la que los aliados ponen a disposición de Estonia, Letonia y Lituania sus aviones para evitar la invasión de su espacio aéreo por parte de aeronaves rusas, las cuales sobrevuelan el Báltico desde San Petersburgo a Kaliningrado sin plan de vuelo y con los transpondedores apagados, lo que para los radares de la OTAN es una posible amenaza. Desde Siauliai (Lituania), otros cuatro cazas polacos liderarán la misión, de cuatro meses.

Por último, y aunque no directamente relacionada con el desafío ruso –pero tampoco muy alejada–, en la zona del Mar del Norte y del Báltico se encuentra la Agrupación Naval Permanente nº1 de la Alianza, la primera fuerza de respuesta naval aliada ante una posible crisis. España contribuye con la fragata «Reina Sofía» y 205 efectivos, a los que acompañan la fragata noruega «Roald Amundsen» y sus 150 marinos.

Una participación con la que España quiere demostrar esa contribución «cualitativa» de nuestro país a la OTAN más allá del gasto económico, aún muy lejos del 2% del PIB al que se comprometieron todos los aliados.