jueves, 25 de abril de 2024 00:07h.

Maduro: La oposición no volverá a gobernar "ni con votos ni con balas"

Respondió así a la Unidad Democrática, que horas antes había señalado públicamente que su primera meta en las mesas de diálogo es retomar el revocatorio

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"La revolución es irreversible... Ni con votos ni con balas, ni por las buenas ni por las malas, entrará más nunca la burguesía a Miraflores"Nicolás Maduro ha vuelto a disparar su artillería más pesada contra el diálogo y contra las peticiones del Vaticano en pro de la tranquilidad del país.

El 'hijo de Chávez' respondió así a la Unidad Democrática, que horas antes había señalado públicamente que su primera meta en las mesas de diálogo es retomar el revocatorio o el adelanto de las elecciones generales para el primer trimestre del año que viene.

Una declaración de intenciones, como si todo hubiera vuelto a la "normalidad" revolucionaria en Caracas. Como si el país y el mundo no estuvieran expectantes ante el proceso abierto entre el oficialismo y la oposición. Como si tratara de reventar las esperanzas de un país, que en más de sus 2/3 partes desea que Maduro salga del poder antes de que acabe el año.

"Nadie trate de engañar a nadie con las expectativas", se sonrió el presidente, quien insiste en que en los dos próximos años luchará sin desmayo contra la crisis económica, provocada por la "asfixia financiera" del exterior y por la "guerra económica", el relato inventado por el gobierno para explicar la deriva del país.

"Yo no doy tregua ni pido tregua. Vienen dos años vitales, ya basta de sabotaje", aclaró el presidente, contagiado por el respaldo de los "escudos humanos" que el chavismo ha situado en las inmediaciones del Palacio de Miraflores, convertido en una especie de Numancia bolivariana.

Decenas de jóvenes, militantes del oficialismo, la "Juventud Patriota", desplegaron sus tiendas de campaña en torno a la residencia presidencial como ya lo hicieran durante la Cumbre de Países No Alineados en la isla de Margarita. Hasta allá los llevaron para que apoyaran con su presencia el paso de los presidentes o animaran con su fervor actos públicos, como la inauguración de la famosa estatua de Hugo Chávez.

A todos ellos les arengó Maduro: "Hoy es un día de victoria para nosotros, salgamos a construir el nuevo horizonte bolivariano... Este es el nuevo sueño bolivariano, construir poder popular".

Maduro se explayó contando los 20 procesos electorales vividos en Venezuela durante 17 años, incluso animó a sus seguidores a no quedarse "atascados en esa pelea estéril con la burguesía". Cinco tribunales revolucionarios ordenaron en octubre al Consejo Nacional Electoral (CNE) que suspendiera la recolección de firmas para avanzar hacia el referéndum revocatorio contra Maduro. Además, el propio ente electoral retrasó seis meses las elecciones regionales, ante el batacazo que todas las encuestas confirman para el oficialismo.

El alcalde Jorge Rodríguez, que participa en la mesa electoral del diálogo, encabezada por el ex presidente panameño Martín Torrijos, fue más preciso que su jefe: "El cronograma electoral es el que anunció el CNE". O sea, regionales en junio de 2017 y revocatorio suspendido hasta nueva orden de la presidencia.

La andanada presidencial sorprendió a un país que pensaba vivía algo parecido a una tregua. Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la Unidad, fue el encargado de responder desde las filas de la oposición: "Del mismo autor de Ganaremos las parlamentarias como sea tenemos ahora No llegarán nunca a Miraflores. Y hay quien le cree. ¡Patético!". La oposición obtuvo en diciembre del año pasado 112 diputados frente a los 55 del chavismo.